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Los Inicios

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Los inicios del fútbol en Miranda de Ebro tuvieron lugar en el Colegio Sagrados Corazones. Por aquel entonces un grupo de alumnos del externado se reunió para formar un equipo al que llamarían "El Deportivo Mirandés". En esa misma época surgió desde ese mismo colegio el "Deportivo Interno de los SS.CC." Por sorprendente que parezca este fue el embrión del actual Club Deportivo Mirandés.


El primer partido entre estos dos primitivos equipos se celebró el 24 de febrero de 1917 en los prados de Fuentecaliente, el cual ganó el primero de los equipos por dos goles a cero, marcados por el capitán Aragüés en la primera mitad y por Emilio Sáez en la segunda.

A lo largo de los años estos equipos fueron creciendo y modificando sus nombres, tales como el Sporting-Club-Mirandés, o el Deportivo S.C. en 1919.

Durante un verano, un grupo de chavales fervientes seguidores del "foot-ball" , lograron tras grandes esfuerzos y sacrificio económico, construir la primera sociedad que fue llamada SPORTING CLUB MIRANDÉS. Y lograron la cesión del terreno enclavado en la Avda. Del Generalísimo Franco que más tarde fue su campo de juego, hoy desaparecido. Y en sus fiestas patronales de Septiembre se dio el primer partido con el infantil del LOGROÑO RECREACIÓN CLUB.

De aquellos entonces data el fútbol mirandés. Más tarde desaparece este Club y se forman el Miranda F.C. y el Blanco y Negro, y de su fusión nace el 7 de Enero de 1922 el Miranda Unión Club.

El Club Deportivo Mirandés

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El día tres de mayo del año 1.927 es una fecha histórica parael fútbol en Miranda de Ebro. Ese día nacía el Club DeportivoMirandés. cuando un grupo de amigos reunidos en "La Perejilera", un conocido y muy frecuentado local de baile y diversiones de la época, se estableció como primera junta directiva, eligiendo como primer a junta directiva los cargos siguientes:

Presidente : el notario D. Arturo García del Río ; Vicepresidente: D. Mariano Losa; Secretario: D. Estebán Sabando; Vice-secretario: D. José de Zúñiga; Contador: D. Pelayo Díaz; Tesorero: D. Jaime de Santiago; Vocales: D. Cipriano Gordo, D. Luis Fernández, D. Santos García, D. Luis García.

El capital inicial de esta sociedad estaba constituido por 666 acciones de 15 pesetas.

Además de constituirse en club deportivo, los componentes de aquella primera asamblea y junta directiva tomaron otra serie de resoluciones que con el tiempo se convirtieron en muy importante y decisivas. En primer lugar, acordaron denominar a la sociedad "C.D. Mirandés". Novedad en cuanto que se hacía alusión íntegramente a la procedencia del equipo. Aunque algunas formaciones anteriores llevaron el apellido "Mirandés", y el equipo de los externos de los Sagrados Corazones se autocalificaban como "Deportivo Mirandés", es ahora cuando la denominación se convierte en algo constante y emblemático.

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Otra de las disposiciones que con el paso de los años pasó a ser algo consustancial con la entidad fue la adopción de los colores rojo y negro como distintivos de la indumentaria del equipo. Además se estableció la primera junta directiva que empezó a realizar gestiones para formar un equipo de fútbol con los valores más importantes de la localidad, muchos de ellos formados en el colegio de los Sagrados Corazones, a entrar también en contacto con otras sociedades deportivas foráneas, y a buscar un lugar para poder jugar con las mínimas garantías. No olvidando desde el principio, y haciendo honor a su denominación del club deportivo, su labor de propagar la práctica de otros deportes además del fútbol.

Buena parte de aquellas primeras gestiones cristalizaron con la formación de una potente escuadra integrado por los siguientes jugadores :Quiles, Zuñiga, Riquelme, Cadiñanos, Boutefeu, Zornoza, Antonio García, Fidel Angulo, Urbina, Román, Javier Rodríguez.

El primer encuentro del Mirandés tuvo lugar en el viejo campo de Krone frente al club vitoriano del Arabarra. El conjunto mirandés venció por 1-0, tanto marcado por Fidel Angulo.

Abandonada la vieja campa de Krone, el club se muda al campo de la calle "La Estación", situado entre las calles Dr. Fleming y Ciudad de Haro.

Esta fue la casa del C.D. Mirandés durante 22 años, sólo interrumpidos por la guerra civil.

La Posguerra

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Tras la contienda militar, el fútbol vuelve a Miranda de Ebro, aunque en los primeros años toda la actividad se reduce a encuentros amistosos entre el cuadro rojillo y equipos formados por militares.

No fue hasta Marzo de 1942 cuando antiguos directivos y aficionados decidieron reorganizar el club. El club partió desde regional, y en 1944, tras laboriosas gestiones de la directiva, presidida por Ramiro Dulanto, se permitió al Mirandés participar en tercera división (concretamente en el grupo III). El debut tuvo lugar el 24 de Septiembre de 1944 empatando a dos goles contra el Vasconia de San Sebastián. Desde entonces, y hasta 1968, el club permanecería en tercera división.

El Estadio Municipal de Anduva

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La decisión de RENFE de construir casas para sus empleados en el lugar donde tenía enclavado el Mirandés su terreno de juego hizo obligado buscar un nuevo emplazamiento.


En la sesión de la corporación municipal de Miranda de Ebro del día 3 de Mayo de 1949 se acuerda construir el Estadio Municipal en el termino de Anduva. La idea inicial era construir un complejo deportivo o "Stadium", que pudiese albergar otro tipo de competiciones deportivas ajenas al fútbol, pero el elevado coste de la obra hizo que al final el Consistorio optase por un campo de fútbol, cuyo coste ascendió a 693.000 pesetas.

A finales del mes de Julio de 1949 se comienza a construir el nuevo campo de Anduva, que se estrenaría el 18 de Septiembre de ese mismo año en partido oficial del campeonato nacional de liga de tercera división frente al C.D. Guecho, correspondiendo la victoria al conjunto local por 3-2. La inauguración oficial del nuevo campo tuvo lugar el 22 de Enero de 1950 en un partido jugado contra el C.D. Logroñés que se llevó la victoria por 0-1. Desde entonces esta ha sido la casa del Club Deportivo Mirandés.

Época de cambios

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La década de los 70 arrancaba con Agustín Ortiz como presidente, y Nemesio Esparza como entrenador. Sería en estos años cuando el club de Miranda de Ebro se convertiría en uno de los grandes de tercera división, y lograría el ascenso soñado por todos sus seguidores.

Pero los comienzos no fueron tan prometedores. Como, por ejemplo, en la temporada 72-73, donde se vio obligado a jugarse la permanencia en la categoría en una eliminatoriai frente al Alicante, objetivo que cumplió con holgura. Un año después la circunstancia se repitió, teniendo que superar en esta ocasión al Arenas de Getxo, y con mayores apuros que un año antes.

Mediada la década llegaba a la presidencia del club Victoriano Aguirrebeña, que introdujo cambios importantes en el club, dotándole de una modernidad desconocida hasta entonces.

Es digno de recordar también de estos años las eliminatorias de Copa disputadas entre 1974 y 1976 contra equipos de segunda división A, tales como el Sabadell o el Elche.

Y en la temporada 1976-77 se logra, por fin, el ansiado ascenso a segunda división B, que además coincide con las bodas de oro del club, y desborda la alegría de todos los aficionados rojillos que llevaban largos años esperando este evento. En su debut en la categoría de bronce del fútbol español logro mantener la categoría, y para el recuerdo queda la eliminatoria de Copa del Rey frente al Valencia de Kempes que eliminó al cuadro rojillo de la competición.

La temporada 78-79 es una de las más recordadas por los aficionados rojillos. El Mirandés realizó una gran campaña en segunda división B llegando a la última jornada con posibilidades de ascenso. El rival era el Langreo, y durante 89minutos el Mirandés fue equipo de segunda división A, pero un tanto en el último minuto del cuadro asturiano dejó a los seguidores rojillos con la miel en los labios.

Los años 80 y 90. Crisis

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El comienzo de la nueva década trae problemas serios al Mirandés, hasta el punto de ver en peligro su continuidad.

Al acabar la temporada 1980-81 pierde la categoría, la Junta Directiva dimite, y se hace cargo del club una junta gestora encabezada por José Luis Solana. La situación económica era más que preocupante y se optó por una política de ahorro y austeridad, recurriendo a jugadores destacados de Miranda, y a entrenadores locales, tales como Pálix o Grijuela.

Entre apuros económicos, disminución de socios y falta de ilusión de la afición se llegó a la temporada 1986-87, con Felipe Lanero en su segunda etapa como presidente del club. El Mirandés se estrenaba en el nuevo grupo XV de tercera división, compuesto por clubs navarros y riojanos, y logró de nuevo el ascenso a segunda división B.

Sólo un año lograría el cuadro rojillo permanecer es dicha categoría, y el Mirandés iniciaría la temporada 1988-89 de nuevo en tercera división. Pero el regreso fue efímero ya que el cuadro de Anduva, que comenzó la temporada dirigido por el tándem Iñaki Espizua y Juan Manuel Lillo,logró de nuevo ascender de categoría.

La temporada del Mirandés en segunda B fue dramática. El cuadro dirigido desde el banquillo por Tomás Balbás no logró certificar su permanencia en la categoría hasta la última jornada, venciendo por la permanencia al Osasuna Promesas.

Al acabar la temporada Felipe Lanero presentó su dimisión como presidente del Mirandés, y su puesto fue ocupado por José Molinero.

Pero no pudo repetir el Mirandés su éxito en la campaña siguiente, y de nuevo retornaba a tercera división.

El 16 de Febrero de 1992 se inaugura la iluminación del Estadio de Anduva. Para festejarlo se organiza un encuentro amistoso internacional que enfrenta al Mirandés con el Dukla de Praga.

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En lo deportivo se cernían negros nubarrones sobre el cuadro rojillo, que tras tres años consecutivos en tercera abandonó la categoría, para regresar a ... regional.

De nuevo la crisis económica,y el fantasma de la desaparición sobrevoló Anduva. En estos delicados momentos Luis Arriola se hizo cargo de la presidencia de la entidad. Dos años duró la estancia del club en regional, y tras una excelente campaña 1996-97, concluyó invicto y retornó a tercera división.

La ilusión de los aficionados renació y comenzaron a albergarse esperanzas de lograr de nuevo el ascenso a segunda división B.

El primer intento lo haría el Mirandés en la campaña 1999-2000 cuando logró jugar el play-off de ascenso, pero sin conseguirlo.

75 años del club

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En Mayo de 2001 en el seno de la Asociación de Veteranos surgió la idea de impulsar una serie de actos para conmemorar los 75 años de existencia del club. Tras conversaciones con el presidente del club, José Zapater, se forma una comisión de trabajo encargada de llevar a cabo los actos conmemorativos del club.


Tras varias reuniones la comisión quedó formada por: José Ramón Urbina, José Zapater, Félix Pipaón, Javier Medina, Pedro Lanero, Koldo Madariaga, José María Garraza, José Ignacio Ugarte, Julio Bañuelos, José Clemente, José Luis Solana, Victoriano Aguirrebeña, Saturnino Moreno, Demetrio Iglesias, Miguel Ángel Adrián, Juan Francisco Iruarrizaga, Daniel Grandmontagne, Gonzalo Martínez, Agustín Pérez, Sergio Montoya, José Luis Caballero, Maribel López, María Jesús Zárate y Rubén Saiz.

Entre los diversos actos realizados con motivo del 75 aniversario cabe destacar un torneo cuadrangular juvenil, disputado entre el Deportivo Alavés, Real Valladolid, Selección de Miranda y Mirandés, que ganó el cuadro vitoriano. Y un torneo triangular entre los primeros equipos del Club Deportivo Mirandés, Alavés y Real Valladolid, que fue el que se impuso en el torneo.

Además de estos eventos deportivos se celebraron diversos actos culturales, tales como diversas conferencias a cargo de los árbitros Losantos Omar y Marín López o el historiador Ramón Medina.

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Otro momento importante en estos festejos lo constituyó el "fin de semana rojillo". Los días 20 y 21 de abril, el Parque Antonio Machado acogió una gran tómbola, actividades para niños, tales como juegos, castillos hinchables... así como diversas actuaciones de música y danza a cargo de diversos grupos locales.

Y el plato fuerte fue la gala del 75 aniversario. Celebrada el 4 de Mayo en el pabellón naranja del Polideportivo Municipal. Con la asistencia de personalidades tales como el alcalde de la ciudad, Julián Simón Romanillos, el presidente de la Diputación de Burgos, Vicente Orden Vígara o el presidente de la Real Federación de Fútbol, Ángel María Villar, se rindió homenaje a todas las personas que de un modo u otro han estado vinculadas a la entidad con el paso del tiempo.

Retorno a Segunda División "B"

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La temporada 2002/2003, la 76ª de la existencia del club, puede ser considerada como una de las mejores de su historia. Venía de ser sexto en la temporada anterior, pero desde el comienzo de la campaña el Mirandés se muestra muy superior a sus rivales, y logra un hecho histórico, al permanecer hasta la jornada 36 sin conocer la derrota, haciéndose acreedor de las alabanzas y admiración de toda la España futbolística, y logrando el "II Trofeo Invicto Don Balón". El equipo concluye la temporada como líder destacado y debe disputar la fase de ascenso.

Encuadrado en la liguilla de ascenso junto a Huesca, Tropezón y Lemona, las cosas no pueden comenzar peor para el equipo rojillo, cosechando sendas derrotas en los dos primeros partidos frente a Huesca (1-2) y Tropezón (3-1) . La victoria en el siguiente encuentro ante el equipo de Tanos (2-1) en partido disputado en plenos Sanjuanes, le permite seguir vivo. A partir de ahí la épica. El conjunto dirigido por Peio Bengoetxea vence sus dos siguientes en frentamientos , en Huesca y Lemona, por idéntico marcador, 1-2, con goles de Chusma , en Huesca, y Julen en Lemona en el último minuto de ambos encuentros. Destacó también sobremanera el masivo desplazamiento de aficionados mirandesistas a estos dos choques, acuñándose en estos momentos la denominación de "Marea Rojilla" que a partir de entonces ya sería la forma de denominar a la hinchada de Mirandés.

En el partido que cierra la fase de ascenso ante el Lemona sólo vale la victoria. El ambiente que vive Miranda de Ebro durante toda la jornada es espectacular y las calles se tiñen de rojo, todos los mirandeses sacan sus prendas rojas de los armarios y la expectación crece conforme llega la hora del encuentro. El Lemona se adelanta en el marcador al materializar una falta en la que el Mirandés pierde a Felipe, expulsado. Apenas era el minuto 20 de la primera parte. Al descanso se llega con 1-1, gracias a un penalty en tiempo de descuento transformado por Julen. La segunda mitad es un querer y no poder, hasta que en el minuto 94 Iván Agustín conecta un zapatazo desde fuera del área, que, tras tropezar en un defensa, entra en la meta del conjunto vasco. Es el delirio. La afición se lanza a la calle para festejar un éxito esperado y merecido , y que había llegado rodeado de épica.

El objetivo para la campaña 2003/2004 en Segunda B no es otro que mantener la categoría. Para ello el equipo de Anduva se refuerza con muchas caras nuevas, y con el técnico burgalés Félix A rnáiz Lucas, con dilatada experiencia en la categoría habiendo disputado dos fases de ascenso a Segunda A con el Burgos. La temporada se presenta dura, más aún teniendo en cuenta que el Mirandés es el segundo presupuesto más bajo del grupo II.

Pero de nuevo el Mirandés vuelve a dar la sorpresa agradable. Se sitúa desde el primer momento en los puestos altos e incluso muchas jornadas como líder, convirtiéndose en el auténtico equipo revelación de la categoría. Gallo se sitúa como pichichi, y con dos tercios de la temporada el equipo sigue en posiciones que dan acceso a la liguilla de ascenso a Segunda A. Una temporada en la que también destaca la actuación copera, donde a punto estuvo el Mirandés de eliminar a todo un primera división como el Real Zaragoza, todo ello vivido con un ambiente espectacular en un estadio de Anduva que se acostumbra a vivir llenos hasta la bandera.

Una cifra de socios cercana a los 2.800 sitúa a la "Marea Rojilla" como una afición admirada por los campos que pisa el Mirandés. El equipo acaba tercero en la fase regular y de este modo se clasifica para jugar la fase de ascenso a segunda división. El Mirandés debe jugarse el ascenso con el Pontevedra, Lorca y Badajoz, siendo el cuadro gallego el que finalmente logra el ascenso.

Para afrontar la nueva campaña se hace una gran remodelación en el equipo, con nuevo entrenador, José Ignacio Soler, y un buen número de fichajes: Txitxo, Rodrigo, Delgado, Solaun... con la intención de asentar al equipo en la categoría y seguir brindando alegrías a su afición.

Sin embargo las cosas no salen como se habían planeado, y tras una mala temporada, sólo aliviada por la magnífica participación del equipo en la Copa del Rey, donde se elimina a la Real Sociedad, y se cae ante el Betis, futuro campeón, el Mirandés se ve obligado a disputar la promoción para evitar el descenso de categoría. Y es en esa promoción, en el encuentro definitivo ante el Talavera donde el empate a uno en Anduva hace que, por el valor doble de los goles fuera de casa, el Mirandés retorna a tercera división.

De nuevo en Tercera División

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Para afrontar la nueva temporada se produce una gran remodelación en el club. Desde nuevo presidente, Félix Pipaón, hasta nuevo entrenador, Ismael Urtubi, y por supuesto, muchos jugadores nuevos en la plantilla: Txejo, Núñez, que retorna al club, Cerezo, Pereda, Pablo, Joseba...

La temporada regular es un mano a mano entre la Gimnástica Segoviana y el Club Deportivo Mirandés, sin duda, los dos mejores conjuntos del grupo. Ambos se reparten los dos primeros puestos, ocupando el club rojillo la segunda plaza.


El play-off de ascenso toca iniciarlo en tierras madrileñas, concretamente con el Cobeña como rival. Y ya el partido de ida muestra que el cuadro madrileño es superior. El marcador 3-1, aunque no es definitivo, sí se antoja muy complicado. La vuelta, en Anduva, se salda de nuevo con victoria azul, por 1 gol a 2, y el sueño del ascenso se desvanece a las primeras de cambio.

Esto hace que nuevamente haya que plantear un nuevo proyecto, y eso pasa por un nuevo entrenador. El elegido es Federico Castaños, que ya había sido segundo de Féliz Arnáiz "Lucas", en la temporada 2003/2004, pero pocos días después de su presentación como entrenador, Miguel Ángel Portugal propone a Castaños acompañarlo al Racing de Santander, por lo que el Mirandés se queda sin entrenador, contratando poco después a Miguel Sola.

Y también un puñado de nuevos jugadores llegan al club: Marín, que retorna por tercera vez, Gebara, Ateca, Iván Agustín, Mayordomo, Capapay, Breixo...

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De nuevo es un mano a mano entre mirandeses y segovianos, pero en esta ocasión el gato al agua se lo llevan los rojillos, que concluyen la temporada en primera posición. El play off se inicia en Almansa, donde la victoria mínima rojilla, unida al empate a cero en Anduva da el pase a la segunda y definitiva eliminatoria al Mirandés. El rival es el Villarreal B, un equipo con jugadores muy jóvenes pero de mucha calidad. El encuentro en tierras castellonenses concluye con 3-1 para los amarillos, con un arbitraje muy protestado por los rojillos. El 2-1 de la vuelta es insuficiente y es el cuadro levantino el que logra el ascenso.

Para acometer la temporada 2007/2008 se mantiene Miguel Sola en el banquillo, y el equipo se refueza con jugadores como Denis, Salcedo, Jon Ríos, Molina...

En esta ocasión, la temporada regular es un paseo para el Mirandés, que sólo pierde un partido, y termina con 95 puntos, lo que es su record histórico.

La fase de ascenso se inicia de manera impecable, con victoria en tierras baleares, por 0-2, frente al Santanyi, rubricando en Anduva el pase a la siguiente eliminatoria al vencer 1-0.

La segunda, y definitiva eliminatoria se inicia en La Línea de la Concepción, donde el Mirandés obtiene un valioso empate a uno frente a la Balompédica Linense. Pero el encuentro de vuelta resulta más movido de lo esperado, y el empate a tres final da el ascenso al cuadro andaluz. El Mirandés deberá esperar un año más.

Para afrontar la nueva campaña se hace una gran remodelación en el equipo, con nuevo entrenador, Julio Bañuelos, y un buen número de fichajes: Kali Garrido, Tato, Cabero, Jesús, Gámiz... con la intención de lograr el esperado ascenso de categoría.

Aire nuevo

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La temporada 2008/2009 no está exenta de problemas y momentos complicados. A pesar del potencial del equipo, el cuadro rojillo no consigue imponerse con autoridad en la categoría, y ve como el Palencia y el Burgos pugnan con él por el liderato a lo largo de toda la campaña.

En Enero, el máximo goleador mirandesista, Pablo Infante, se ve obligado a abandonar temporalmente la competición, a causa de unos problemas cardiacos. Los exámenes médicos revelarán que el futbolista puede continuar ejerciendo la práctica del deporte sin mayor riesgo, y el delantero burgalés se reincorpora al equipo dos meses después.

El cuadro de Anduva finaliza la temporada regular en segunda posición, sólo supuperado por el Palencia, y debe afrontar el play-off de ascenso, teniendo al cuadro aragonés de La Muela como primer rival.

Los rojillos se imponen en ambos partidos, y ven como el Peña Sport de Tafalla será su siguiente escollo en el camino. También los pupilos de Julio Bañuelos superan la eliminatoria con gran solvencia.

 

La tercera y definitiva eliminatoria llevará al Mirandés a enfrentarse al Jerez. La victoria por cero goles a uno en tierras andaluzas deja la eliminatoria muy de cara para el choque de vuelta, y, en un emocionante partido, el Mirandés se impone por tres goles a dos, y recupera la categoría de bronce cuatro años después de aquella fatídica eliminatoria ante el Talavera.

Antes de la temporada 2009/2010 se produce un relevo en la presidencia. Félix Pipaón deja paso a Ramiro Revuelta como máximo dirigente del club de Anduva.

Para afontar la nueva campaña en segunda división b, continúa Julio Bañuelos al frente del equipo, y se decide renovar al bloque del plantel, y realizar fichajes importantes y experimentados como Raúl García, Tártara o Iván Gómez. A lo largo de la temporada el equipo se muestra un tanto irregular, excelente fuera de casa, pero flojo en Anduva, de donde vuelan muchos puntos, lo que hace que al final de la campaña el equipo termine en décimo tercera posición, un puesto que podía haber sido muy superior si Anduva hubiese sido el fortín que acostumbraba otras temporadas. Aún así, hay que calificar de buena la temporada del regreso a segunda división B.

Ascenso a Segunda División

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La temporada 2010/2011 arranca con un rostro nuevo en el banquillo del Mirandés, Carlos Pouso, y con él llegan una serie de jugadores que dan un excelente resultado, como Wilfred, César, Corral, Martins, Muneta o Alain.

Desde los primeros compases el Mirandés se instala en los puestos altos de la clasificación, y claro aspirante a disputar los play-off de ascenso. De hecho, con el billete para la fase de ascenso en el bolso, llega el Mirandés en primera posición a la última jornada, pero tras empatar con la Gimnástica de Torrelavega en Anduva, ve como es el Eibar el equipo que concluye en primer lugar.

El play-off de ascenso se inicia en Cádiz, donde el equipo cae derrotado, pero una épica remontada en Anduva lleva al Mirandés a la siguiente ronda donde es el Badalona el equipo que deja en la cuneta el Mirandés.

La última eliminatoria la disputa el Mirandés frente al Guadalajara, pero este será uno de los momentos más amargos para el Mirandés en los últimos años ya que tras vencer en tierras alcarreñas y adelantarse en el marcador en Anduva, dos goles visitantes en los últimos minutos dejan al Mirandés con la miel en los labios.

El club se rehace de la decepción y nuevamente con Carlos Pouso en el banquillo, y caras nuevas como Nauzet, Garro o Aitor Blanco, comienza una nueva campaña 2011/12 en la que parte como uno de los favoritos para jugar la fase de ascenso.

La temporada es excepcional, en liga, donde pronto se instala en primera posición, puesto que no abandonará hasta el final, y en copa del Rey, donde se convierte en el equipo revelación, y tras eliminar a la Balompédica Linense y Logroñés, da la campanada dejando en la cuneta, sucesivalemente, a Villarreal, Racing y Espanyol, equipos todos de primera división, y sólo cae frente al Athletic Club, ya en semifinales.

Tras concluir la liga en primera posición el Mirandés debe jugarse el ascenso con el Atlético Baleares, un sensacional conjunto y con un gran número de futbolistas de gran experiencia en categorías superiores. El partido de ida se disputa en Anduva, y el Mirandés logra un esperanzador, aunque corto resultado, tras vencer por un tanto a cero gracias al gol de Aritz Mújika.

El choque de vuelta se disputa en horario matinal, y bajo un asfixiante calor. El partido no resulta sencillo para el Mirandés, que ve como, en los primeros minutos de la segunda mitad, el equipo balear iguala la eliminatoria. Pero el equipo rojillo saca entonces lo mejor de si mismo, y a falta de quince minutos para el final, Pablo, desde el punto de penalty lleva la igualada al marcador, y pone al Mirandés a un paso de segunda. En el último minuto, un tanto en propia puerta del equipo mallorquín, certifica el ascenso.

Miranda de Ebro entera, en plenas fiestas patronales de San Juan del Monte, se echa a la calle para festejar el ascenso. Por primera vez, tras 85 años de historia, el Club Deportivo Mirandés jugará en Segunda División.

Permanencia en Segunda División

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La primera temporada en categoría profesional de la historia del CD Mirandés supuso un auténtico reto a todos los niveles para el club de Anduva. Una división compuesta por equipos históricos del fútbol nacional en la que el club rojillo logró adaptarse no sin un periodo de aclimatación inicial en la que las dificultades por el salto se mostraron en partidos de alta exigencia en los que los pupilos de Carlos Pouso combatieron con intensidad, muy arropados por la siempre fiel grada mirandesa. En esta temporada recalaban en Miranda jugadores de experiencia en Primera y Segunda división como Iñigo Díaz de Cerio, Iñaki Goitia, Roberto Esquiroz "Rúper" o Gonzalo Colsa, incluyendo la importante vuelta en el mercado invernal en forma de cesión ,procedente del Real Madrid Castilla, del centrocampista Antonio Martínez, una vez superada la grave lesión producida en el partido de campeones de Segunda División B del año anterior.

El proceso de conversión en Sociedad Anónima, respaldado en votación por el colectivo de socios, y el objetivo de la salvación deportiva, se convirtieron en los objetivos y los retos a afrontar por la institución para el citado curso. Para el primero de ellos, la Junta Directiva liderada por Ramiro Revuelta, confió la profesionalización del club y la implantación de un sistema de gestión eficaz a Elías Espiñeira como director general. El rumbo firme en lo institucional, se vió apoyado a corto plazo por una recuperación de resultados y un ascenso de posiciones en la tabla clasificatoria durante la segunda vuelta de campeonato, que llevó al Club Deportivo Mirandés a completar un segundo tramo de liga a la altura de rivales que optaban a jugar play off por el ascenso, logrando equilibrar el complicado inicio.

Victorias ante rivales de la talla de UD Almería o Elche CF, conjuntos que a la postre lograrían el ascenso a Primera División, unidas a un regularidad en juego, rendimiento y resultados tras alcanzar un patrón de juego con el que el equipo rojillo consiguió escapar progresivamente del fantasma del descenso, hicieron que el conjunto alcanzara la fase final de la temporada con todas las opciones intactas. Sería en Córdoba, en una calurosa tarde en el estadio Arcángel donde, de nuevo Mújika, como ya sucediese en la fase de ascenso del año anterior, lograba marcar el primer tanto de una victoria que certificaba la permanencia un año más del CD Mirandés en liga Adelante. El posterior tanto de Alain confirmó la noticia, y ese día, a falta aún de un partido por disputarse para concluir la temporada, el equipo salvaba la categoría.

Felicidad y celebración en toda una ciudad que veía como por segundo año consecutivo, el equipo respondía a todas las expectativas y la confianza depositadas en él, consiguiendo cumplir con el objetivo fijado en el arranque del curso, logrando una permanencia histórica que marcaba para siempre la historia de la entidad de Anduva. Éxito a nivel deportivo, y estabilidad institucional y económica para un club que comenzaba ya a crecer entre los grandes, afrontando un porvenir inimaginable apenas algunas temporadas atrás.

Segunda temporada en La Liga Adelante

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La segunda temporada en la categoría de plata del fútbol español presentaba a nivel deportivo aún más desafíos si cabe que su predecesora. El equipo ya no era sorpresa para nadie y se antojaba necesario consolidar un proyecto en Segunda División para dar continuidad al recorrido rojillo por el fútbol profesional. El escogido para guiar los destinos del equipo fue Gonzalo Arconada, experimentado entrenador que llegaba a Anduva para sumar método, profesionalidad y rendimiento a un equipo que venía de lograr un año finalizado con tintes de éxitos.

Para acompañarle, llegaron a la institución un grupo de jugadores consolidados en la categoría y que aportarían competitividad, empaque y calidad a la plantilla procedente de la temporada anterior. A los Caneda, I. Agustín, Pablo, Muneta o De Cerio, se unirían Txomin Nagore, Igor Martínez, Malón, Ríos o Borja Docal.

La temporada 2013/2014 empezó muy bien para el cuadro rojillo, que incluso llego a ser líder de la clasificación tras la disputa de las primeras 4 jornadas de Liga. Sin embargo, los malos resultados empezaron a llegar y el equipo fue cediendo puestos progresivamente en la tabla. Hasta que en la jornada 18, con la derrota en el Molinón ante el Sporting de Gijón el club decidía prescindir del técnico guipuzcoano.

Carlos Terrazas tomaba entonces el relevo en el banquillo del C.D. Mirandés con el objetivo de cambiar la dinámica de resultados y conseguir la ansiada permanencia. El técnico vizcaíno venía de realizar unas exitosas campañas en el C.D. Guadalajara, conjunto con el que había logrado el ascenso a la categoría de plata del fútbol español en la temporada 2010/2011 y conseguido dos permanencias en las temporadas posteriores.

Su debut con el C.D. Mirandés en casa frente al Alcorcón supuso el primer punto de su nueva era en Miranda, tras empatar a un gol ante el conjunto alfarero. La segunda vuelta fue un tanto irregular y, aunque el equipo sorteó el descenso durante muchas jornadas, los resultados no acompañaron en el tramo final y los rojillos terminaron sucumbiendo.

Sin embargo, el descenso administrativo del Real Murcia, que había terminado cuarto en la tabla, permitió al C.D. Mirandés continuar una temporada más en la Segunda División al ser el mejor equipo clasificado entre los descendidos.

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La campaña 2014/2015 supuso un auténtico reto para el club, que, tras haber terminado la temporada anterior en puestos de descenso, acabó jugando en Segunda División ltras el descenso administrativo del Murcia.

El hecho en cuestión propició que el club tuviese que reorientar totalmente su planificación, que se estaba enfocando para la Segunda División B, y confeccionar en tiempo récord una plantilla competitiva para poder afrontar en las mejores condiciones una nueva temporada en Segunda División.

En lo institucional, la campaña arrancó con importantes avances e inversiones. Se completaron los accesos al Estadio, se soterraron los banquillos adecuando su posición a los requisitos de LaLiga y se instaló la UCO y CCTV en lo que anteriormente había sido la zona del gimnasio del primer equipo. 

Una buena parte de las incorporaciones en lo que a fichajes se refiere, llegarían a escasos días del arranque liguero, sin tiempo para la adecuada adaptación a la estructura y al resto de compañeros. Acontecimientos que propiciaron que el C.D. Mirandés no tuviese un arranque fácil en la competición pese a los dos primeros resultados positivos.

Jugadores como Gorka Kijera, Aitor Fernández, Álex Ortíz, Rúper, Fran Carnicer, Pedro Martín o Urko Vera fueron algunos de los fichajes que el club rojillo afrontó durante esos meses de verano para llegar a tiempo al incio de la temporada. 

En el estreno en Anduva, en la jornada 1, los rojillos empataban sin goles ante el C.D. Lugo. Un punto que se haría bueno en la jornada 2 con la victoria a domicilio frente al Racing de Santander en El Sardinero.

Esos primeros cuatro puntos reforzaban la confianza de un bloque que necesitaba de más tiempo para poder carburar en su mejor versión. Y así se evidenciaría en las cuatro derrotas consecutivas que proseguirían al equipo en las jornadas siguientes, que generarían las primeras dudas en el equipo dirigido por Carlos Terrazas.

No obstante, tras 14 jornadas conviviendo interrumpidamente con el descenso, los rojillos supieron retomar el vuelo y mejorar sus resultados coincidiendo con el final de la primera vuelta. De hecho, en la mejor época de resultados del equipo, Carlos Terrazas era elegido en diciembre como “Entrenador del mes” por LaLiga.

Con esa inercia, que había llevado al equipo hasta la zona noble de la clasificación, fueron transcurriendo las jornadas. Con un fútbol práctico y efectivo que tenía el nombre del gol en la figura de Urko Vera (máximo goleador del equipo con 17 tantos).

Así el C.D. Mirandés terminaría finalmente el año en una honorable octava posición. La mejor en la historia del club en la categoría de plata del fútbol español.

Mejor Temporada en Segunda División

Consolidar el proyecto en 2ºA

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Tras disputar la mejor campaña del club en Segunda División, el equipo afrontaba la nueva temporada con la ilusión de poder ofrecer otro gran año a la afición y afianzar el proyecto en la categoría.

La buena campaña de los rojillos no había pasado desapercibida y alguno de los futbolistas clave de la pasada campaña acabaron saliendo fuera, obligando a rearmar la plantilla con nuevas incorporaciones que ofrecieran garantías para poder cumplir nuevamente el objetivo.

Bajo esa idea llegaron al club futbolistas como Raúl Fernández, Mickaël Gaffoor, Ernesto Galán, Iñigo Eguaras, Nestor Salinas, Lago Junior, Alain Oyarzun, Marco Sangali, Ion Velez o Abdon Prats, entre otros. Jugadores de buen nivel que venían para reforzar la competitividad del bloque.

El Club, los jugadores y sobre todo la afición disfrutaron, a partir de esta temporada, de la Nueva Grada General de Anduva, construida en el verano de 2015 para esta nueva campaña 2015/16 en Segunda División. Una obra que se prolongó desde junio hasta agosto, bajo la supervisión del propio presidente: Alfredo de Miguel, en la que seguramente una de las mayores reformas del Estadio de Anduva desde su construcción. Además, como era habitual durante el mandato de este Consejo de Administración desde su llegada a la entidad, se llevaron a cabo mejores en diferentes salas y espacios del propio Estadio: sala de prensa, enfermería, iluminación, césped, etc.

En las oficinas del Club también hubo mudanza con una mejora importante. La Tienda Oficial y la sede se trasladó a la Calle Francisco Cantera, 1, con un primer piso mucho más amplio para la Tienda y un segundo piso con las diferentes salas de los departamentos que conformaban el Club.

La tercera temporada de Carlos Terrazas en el banquillo de Anduva arrancaba con una dinámica de resultados un tanto irregular, sumando 13 puntos de 30 en las primeras diez jornadas del campeonato.

Sin embargo, el equipo encontró su mejor nivel de juego en la jornada 11, en la que los rojillos se impusieron por tres goles a cero a la A.D. Alcorcón en Anduva y se colocaron terceros en la tabla.

Plenos de confianza y con las ideas muy claras sobre el verde, el C.D. Mirandés acumuló su mejor racha de resultados en las siguientes jornadas, merodeando siempre las zonas de promoción de ascenso.

El aliciente del año, sin embargo, se encontró de manera inesperada en la Copa del Rey. Tras superar la segunda ronda ante Osasuna, por alineación indebida del rival, el equipo encaró el torneo del K.O con ganas de llegar lejos.

Real Oviedo, Málaga C.F. y Deportivo de la Coruña fueron las víctimas ese año de los rojillos en la Copa del Rey para meterse así en Cuartos de Final.  El Sevilla F.C. fue entonces el rival en esa ilusionante eliminatoria que se vivió en Miranda de Ebro. Y el encargado de poner fin al sueño copero del equipo, tras imponerse a los rojillos en ambos partidos con un global final de cinco a cero.

Sin la emoción de la Copa, el equipo afrontó los meses de febrero, marzo, abril y mayo tratando de mantenerse en la pelea del playoff, pero sin poder mantener el nivel de juego que les había acompañado durante la primera vuelta.

De esta manera, a partir de la jornada 25, tras el empate en Anduva ante el Alavés se iniciaba una racha negativa de resultados que alejarían mucho las aspiraciones de playoff.

Finalmente, tras la disputa de las 42 jornadas ligueras, el equipo ocupaba la decimoquinta posición, manteniéndose una temporada más en la Segunda División.

Descenso a Segunda B

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La quinta temporada del C.D. Mirandés en Segunda División arrancaba con mucha expectación en Miranda de Ebro por ver lo que el equipo era capaz de ofrecer tras unos años de estabilidad dentro del fútbol profesional. Anduva estrenaba videomarcador y un grupo electrógeno de emergencia para las producciones de televisión del fútbol profesional.

Aunque el equipo había perdido alguna pieza importante de la campaña anterior, lo cierto es que los refuerzos que llegaban desde la dirección deportiva habían dado razones para renovar la ilusión entre la afición rojilla.

Aurtenetxe, Fran Cruz, Pau Cendrós, Javi Hervás, Maikel Mesa, Iker Guarrotxena, Alaín Oyarzun, Fofo, o el regreso de Pedro Martín, fueron algunos de los nombres que se sumaban a la plantilla que dirigía Carlos Terrazas en su cuarta temporada como técnico.

La pretemporada supuso el primer duro golpe de la temporada con la lesión de Alaín Oyarzun en el amistoso que el equipo disputaba en Anduva ante la S.D. Eibar. El futbolista vasco, que llegaba para ser una de las piezas clave del equipo, se rompía el ligamento cruzado de su rodilla y decía prácticamente adiós a la temporada sin haber empezado la competición.

En octubre llegaba una mejora importante en el día a día del primer equipo y de Anduva. El día 7 de octubre se inauguraba el nuevo campo de entrenamiento, un nuevo terreno de juego pagado íntegramente por el Club, que se sumaba a todas las obras acometidas por este Consejo de Administración presidido por Alfredo de Miguel Crespo.

El varapalo no afectó sin embargo al inicio liguero, en el que los rojillos se mantuvieron invictos durante las primeras nueve jornadas. Después llegarían cinco derrotas seguidas y el equipo entraba en zona de descenso. Situación de la que sólo saldría puntualmente en la jornada 17 para caer de nuevo hasta la conclusión de la temporada.

Los malos resultados y dinámica que acompañaba al bloque conllevó a la destitución de Carlos Terrazas en Navidad, y la de otros dos técnicos más que le sucedieron, Claudio Barragán y Javier Álvarez. Finalmente Pablo Alfaro dirigió al equipo en las últimas jornadas con la complicada misión de salvar al equipo del descenso.

En una situación verdaderamente difícil, obligados a ganar los partidos que restaban para poder lograr el objetivo, el C.D. Mirandés caía en la antepenúltima jornada en Almería y descendía matemáticamente a Segunda División B, cinco años después.

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Tras consumar el descenso en la temporada anterior, el C.D. Mirandés iniciaba una nueva campaña en Segunda División B con el objetivo de regresar lo antes posible al fútbol profesional.

En lo institucional, el Consejo de Administración seguía dando pasos en lo que a mejoras se refiere. Un nuevo gimnasio permitía a los jugadores trabajar en su día a día, antes y después de los entrenamientos, con mejor maquinaría para su preparación física.

Pablo Alfaro continuaba al frente del proyecto rojillo como entrenador del primer equipo, con la misión de campeonar en el Grupo 2 y poder disputar así la final por el Playoff de ascenso a la categoría de plata.

La plantilla sufriría una importante transformación con la llegada de múltiples futbolistas que llegaban para reconstruir la estructura del bloque. Entre los refuerzos destacaban las llegadas de Limones, Melli, David Prieto, Paris Adot, Yanis Rahmani, Igor Martínez o Diego Cervero, que a la postre se convertiría en el máximo artillero de los rojillos en la temporada con 23 goles.

El transcurso de la misma fue siempre favorable a los intereses rojillos. Y los de Pablo Alfaro comandaron la clasificación prácticamente dae principio a fin, junto con el Real Sporting de Gijón B, que fue el único equipo que, hasta la última jornada, puso en riesgo ese primer puesto de la clasificación.

Sin embargo, la última jornada liguera en Anduva ante el Gernika dictaminaría el resultado final con la victoria por un gol a cero de los rojillos, obra de Diego Peláez. El C.D. Mirandés alcanzaba el objetivo inicial propuesto de terminar primero de grupo. Era el primer gran paso de la temporada.

La hora de la verdad llegaría en esa final por el ascenso. Una eliminatoria que enfrentaría a los rojillos ante el R.C.D. Mallorca a doble partido. El tres a uno de la ida sentenció las aspiraciones del C.D. Mirandés, que, en la vuelta en Anduva, no pudo remontar la eliminatoria (0-0) dejando escapar su primera gran oportunidad de ascenso.

No obstante, aún quedaría una segunda vía. El Extremadura U.D. sería el siguiente escollo para poder continuar el sueño del ascenso. Y la visita al estadio Francisco de la Hera daría esperanzas con la victoria por 0 a 1 gracias al gol de Yanis.

La vuelta en Anduva supondría sin embargo un jarro de agua fría con la remontanda visitante. El cuadro extremeño se impondría por 0 a 2, consiguiendo voltear la eliminatoria y finiquitando las aspiraciones rojillas al ascenso.

La temporada se acaba sin conseguir el objetivo final, aguardando un nuevo curso en Segunda División B.

Otra vez en Segunda B

Retorno a Segunda

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Tras un primer intento fallido en la campaña anterior, el C.D.Mirandés trataba de reeditar los pasos en Liga de su año predecesor para después poder culminar la tarea, esta vez sí, en los Playoffs de ascenso.

La complicada misión recaía sobre un joven entrenador que había demostrado grandes aptitudes durante su temporada anterior en el Rápido de Bouzas, Borja Jiménez. El objetivo era recuperar anímicamente al equipo y reconvertir la propuesta futbolística para poder comandar un Grupo II en el que Racing de Santander y U.D. Logroñés se postraban como duros aspirantes.

El equipo se reforzaba con jugadores de buen nivel que a la larga se convertirían en nombres para la historia del club: Sergio González, Odei, Carlos Julio, Álvaro Rey, Cerrajería, Guridi, Matheus, Hugo Rama, Claudio Medina o Álvaro Bravo entre otros.

Con una idea alegre y más atrevida el equipo empezó un curso que, desde el comienzo, tuvo al Racing de Santander como gran rival a batir. Y es que el conjunto cántabro comandaría la clasificación prácticamente de principio a fin sin conceder opciones al resto.

Eso se traduciría en una larga carrera de fondo durante toda la temporada para perseguir al líder y conseguir arrebatar el anhelado primer puesto de la tabla.  Propósito que no llegaría a producirse y que complicaría las aspiraciones de ascenso de los rojillos.

En un margen de puntos muy estrecho por la segunda plaza, la dolorosa derrota en Las Gaunas ante la U.D. Logroñés dejaría finalmente a los de Borja Jiménez en un tercer lugar para afrontar los segundos Playoffs de ascenso consecutivos a Segunda  División. Un camino largo que obligaba a superar tres eliminatorias para alcanzar el premio.

Las extrañas sensaciones que había dejado el equipo en el final de temporada habían generado ciertas dudas y la confianza del bloque se resentía para esa importante misión que llegaba. El filial del Atlético de Madrid sería el primer escollo de ese Playoff.

Sin embargo, un positivo empate sin goles en Madrid devolvía parte de esa confianza para la vuelta en Anduva. En la que los rojillos conseguirían la victoria por dos goles a uno, remontando el gol inicial de los rojiblancos para pasar a la siguiente ronda.

El Recreativo de Huelva se convertiría en el rival de esas semifinales por el ascenso. Un histórico del fútbol español visitaba Anduva para enfrentarse a los nuestros en el primer partido de la eliminatoria. Un encuentro que se resolvería con victoria local por un gol a cero.

Con todo por decidir el equipo viajó a Huelva sabiendo que tocaba sufrir. El ‘decano’ se había mostrado muy sólido durante todo el año en su estadio y la tarea no era nada fácil. Máxime cuando el 64’ Caye Quintana igualaba la eliminatoria y metía toda la presión a los nuestros por evitar el KO.

Con los nervios a flor de piel, el equipo no se descompuso y en el 90’ conseguiría un grandioso premio con el gol de Paris Adot. Un gol para el recuerdo que permitía a los rojillos seguir en la pelea y llegar al todo o nada de la última eliminatoria.

El Atlético Baleares se cruzaba nuevamente en el camino rojillo por el ascenso. Y el esfuerzo de toda una temporada se dirimía en dos partidos que lo decidirían todo a cara o cruz.

Anduva sería testigo del primer gran envite. De un primer gran paso para las aspiraciones del club de retornar a la categoría de plata. Los rojillos se imponían en su estadio por un valioso dos a cero que dejaba bien encaminada la eliminatoria.

La vuelta en Son Malferit no sería tan favorable, pese a que a los 18’ Matheus marcase el primero y pusiese las cosas muy encarriladas. Y es que en la segunda mitad el sufrimiento llegó a niveles muy altos con la remontada balear, que conseguiría hacer uno, dos y tres goles para quedarse a sólo uno más de eliminar al C.D.Mirandés.

La última falta del partido hizo contener la respiración de toda una afición, una ciudad y un equipo que, con la parada final de Limones, festejaba lo que suponía el retorno del club a Segunda División.

Regreso a lo grande a la Liga Smartbank

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La temporada 2019/2020 quedará recordada por siempre y por varios motivos en la historia del C.D. Mirandés. Razones no faltarán para considerarla una de las más completas y exitosas en la trayectoria de nuestro Club.

Se retornaba al fútbol profesional, tan solo dos temporadas después y gracias a una planificación deportiva y económica que permitió poder aspirar al sueño de volver al CD Mirandés. El Consejo de Administración, en palabras de su presidente Alfredo de Miguel, había siempre sido muy claro en su gestión y ante la posibilidad de que algún año se pudiese perder la categoría, era importante tener ese poder económico para volver a conseguir un ascenso. Sin duda, esta fue una de las claves para que el CD Mirandés tardase tan poco tiempo en volver donde merecía: la Segunda División.

Anduva se volvía a poner de gala para su vuelta. La Tribuna Principal se renovaba al completo en lo que a asientos se refiere: todos nuevos para la mayor comocidad de los abonados. Se adecuaban las cabinas de prensa con la implmentación de hasta 17 nuevas salas para la comodidad de los medios de comunicación que cubrirían los encuentros del CD Mirandés. Cabina de mediacoach en Grada General, nueva ala audiovisual en el Estadio, actualización de equipos informáticos para el correcto funcionamiento de los accesos y una mejora en la iluminación del Estadio. Todo listo para que arranque la campaña 2019/20.

En lo deportivo, los rojillos regresaban tres años después a la Segunda División del fútbol español. Y lo hacían de la mano de Andoni Iraola, que se hacía cargo del banquillo para dirigir a un equipo renovado que mezclaba juventud y talento para la nueva campaña.

El objetivo era lograr la permanencia del equipo en la categoría para poder dar continuidad a un proyecto que quería crecer pasito a pasito. Para ello se apostaba por numerosas cesiones con las llegadas de jugadores con proyección que llegaban para crecer de la mano del C.D.Mirandés: Marcos André, Merquelanz, Enric Franquesa, Iñigo Vicente, Antonio Sánchez o Álvaro Peña eran algunos de ellos.

El fichaje de Malsa en los últimos instantes del mercado también daría un salto de calidad muy importante al bloque, así como la continuidad de jugadores que habían sido protagonistas del ascenso como Sergio, Odei, Kijera, Limones, Carlos Julio, Guridi, Álvaro Rey o Matheus.

Con tanta cara nueva, el arranque de la competición no fue sencillo. De hecho los rojillos no entraron con buen pie en la categoría y sólo lograban sumar 8 puntos de 30 posibles en las diez primeras jornadas.

La inercia cambiaría en Anduva con la victoria ante el C.F. Fuenlabrada en la jornada 11.  El equipo lograba superar al equipo madrileño para iniciar una dinámica positiva que, prácticamente, acompañaría durante el resto de la temporada.

Y a las victorias importantes que se cosechaban en campos como La Romareda o Montilivi se sumaban las eliminatorias coperas que el equipo iba superando. Coruxo y Ucam Murcia serían los primeros escollos de un torneo que pondría al C.D. Mirandés entre los cuatro equipos semifinalistas de la edición.

Anduva presenciaría la clasificación ante grandes equipos de Primera División como Celta de Vigo, Sevilla F.C. o Villarreal C.F. en cuartos de final. La victoria ante el 'Submarino amarillo' por 4 a 2 daría el segundo pase a semifinales de Copa en la historia del Club.

La semifinal a doble partido ante la Real Sociedad se convertiría en una eliminatoria para el recuerdo.  Primero con un emocionante partido en el Reale Arena, con cerca de dos mil rojillos en las gradas, que dejaría todo por decidir en la vuelta (2-1), y después con la cita que se vivió en una noche mágica en Anduva.

El C.D.Mirandés caía derrotado (0-1) pero con la sensación de haber logrado una importante gesta en el fútbol español. Ocho años después de aquella primera vez, los rojillos se despedían de la Copa del Rey siendo uno de los cuatro mejores equipos de la edición.

Y tras los éxitos deportivos en Copa, y con una holgada clasificación en LaLiga, lo extradeportivo marcaría el último tramo de la competición. La situación acontecida con la Covid-19 marcaría el cierre de la temporada de manera muy significativa.

La competición quedaría suspendida con todo por decidir y la posterior reanudación, meses después, se viviría en una situación excepcional, inédita hasta la fecha en la historia del fútbol.

Con numerosos protocolos para garantizar la seguridad de los equipos y aficionados se decidiría retomar la competición con una maratón de partidos cada tres días para finalizar de la mejor manera posible el campeonato.

Los partidos se disputarían sin público en la grada, con distanciamiento en los banquillos y el uso obligatorio de mascarillas para todos los que no estuvieran sobre el verde.

Con esta tesitura, los de Andoni Iraola lograron mantener un buen nivel de juego y rendimiento que incluso hizo soñar con el playoff de ascenso. Opción que se dirimió en las últimas jornadas y que, tras la derrota en Gran Canarias, quedó prácticamente descartada.

No obstante, el equipo terminó 11º en la tabla con 56 puntos, cumpliendo con el objetivo propuesto a principio de campaña y asegurándose otro año más en la categoría de plata del fútbol español.

Una temporada marcada por el Covid-19

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Si por algo se recordará a la temporada 2020/21 es sin duda por la excepcionalidad que supuso la pandemia mundial del COVID-19. Un virus que si bien ya había aparecido durante el fin de curso anterior, condicionó al completo la nueva campaña en todo el fútbol internacional.

Sin público en Anduva durante todo el año, y bajo los estrictos protocolos sanitarios que marcaba LaLiga para el buen funcionamiento de la competición, el C.D.Mirandés echaba a andar con un plantel prácticamente renovado en su séptima temporada histórica en Segunda División.

Sólo Carlos Julio, Limones, Lizoain, Mario Barco y Andrés García continuaban en una plantilla que pasaba a manos de un nuevo técnico, el asturiano José Alberto López. Como refuerzos llegaban muchos jugadores en calidad de cedidos como Víctor Gómez, Iván Martín, Daniel Vivian, Javi Muñoz, Juan Berrocal, Näis Djouahra, Pablo Martínez o Erik Jirka entre otros. A su vez Víctor Meseguer se convertía en la gran apuesta del Club.

Las últimas incorporaciones tardarían en llegar y el equipo iniciaba la competición completando convocatorias con jugadores del filial. Una situación que, sin embargo, no afectó al rendimiento del equipo en las primeras jornadas. De las que el grupo fue extrayendo los primeros puntos del año, dejando a su vez buenas sensaciones.

El proyecto de José Alberto López y los suyos iba cogiendo forma con la tranquilidad que dejaba la buena situación clasificatoria, donde la distancia con el descenso se mantenía siempre con holgura.

Instalados en la zona intermedia durante toda la primera vuelta, ofreciendo una destacada solidez defensiva, el punto de mejora parecía apuntar a la faceta del gol. Así en el mercado invernal el equipo se reforzaría con dos nuevos atacantes que llegaban para elevar la competencia en el ataque rojillo: Cristo González y Simón Moreno.

El efecto no tardaría en llegar. Cristo elevaba las prestaciones en el arranque de la segunda vuelta haciendo goles de buena y bella factura que permitían al C.D.Mirandés acechar las plazas de playoff de ascenso.

Unos puestos que marcaban un alto listón y que tenía a equipos como Rayo Vallecano, Real Sporting, Girona F.C. o S.D.Ponferradina implicados en la disputa. Así el margen de error se reducía y los rojillos no acababan de dar ese paso final con el que apuntalar sus opciones.

 Si la dificultad ya era máxima, la situación se complicó con un brote de COVID que afectó a 13 integrantes de la plantilla obligando a detener la actividad deportiva durante días, en una semana en la que además se afrontaban dos nuevas jornadas de campeonato.

Aunque los positivos evolucionaban favorablemente en cuarentena, el equipo debía continuar la competición (con dos partidos aplazados pendientes). Jugadores del filial volvían a completar la convocatoria para viajar a Gijón, donde heroicamente el equipo se sobreponía a la adversidad para ganar a un invicto local con remontada incluida.

La victoria más los buenos resultados que le continuaron en las fechas siguientes abrieron de nuevo las opciones de playoff para el equipo. Propósito que, una vez garantizada la permanencia, no lograría alcanzarse en el tramo final de temporada, cerrando el curso en una confortable 10ª posición y garantizando un nuevo año en LaLiga Smartbank.

El aliciente extra vendría de la mano del equipo filial, quien tras una gran campaña en Tercera División se disputaba hasta la última ronda el que podía ser un histórico ascenso a la nueva Segunda RFEF.

La derrota en Castañares ante el Burgos C.F.Promesas ya en la prórroga dejaría sin premio a los rojillos, dirigidos por Jonathan Prado Merino.

En el plano de las infraestructuras, el Club prosiguió con su mejora constante de las instalaciones, como cada año desde que llegó Alfredo de Miguel a la presidencia del Club. Estas construcciones y ampliaciones, financiadas por el propio Club gracias a una gestión económica eficiente con datos positivos temporada tras temporada, son el mayor legado de un Consejo de Administración que ha transformado el Estadio de Anduva con sus propios recursos. Durante este curso, se procedió a la mejora de la sala de prensa, la ampliación del gimnasio o la instalaciones de vestuarios en los campos de entrenamiento, una premisa necesaria para esta temporada marcada por la pandemia del COVID-19. 

El crecimiento del Mirandés sigue en auge

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La octava temporada histórica del Club Deportivo Mirandés en Segunda División inició, como venía ocurriendo en temporadas atrás, con numerosas novedades en la plantilla y un nuevo entrenador: el extremeño Lolo Escobar.

El equipo se construía con un surtido grupo de jóvenes futbolistas que llegaban cedidos de los principales equipos del país, y también de otros grandes clubes del fútbol europeo. Sergio Camello y Rodrigo Riquelme del Atlético de Madrid, Haissem Hassan del Villarreal C.F., Sergio Carreira del Real Club Celta de Vigo, Imanol García de Albéniz e Íñigo Vicente del Athletic Club, Capellini y Marqués de la Juventus Football Club de Italia, o Anderson Arroyo, cedido por el Liverpool Football Club inglés.

El modelo rojillo era cada vez más cotizado en vista del buen rendimiento del C.D. Mirandés en sus últimas campañas. Y la apuesta por el talento rápidamente mostraba sobre el césped el alto potencial que volvía a tener el cuadro jabato en la competición.

Antes de arrancar, el Club llevó a cabo una importante e histórica mejora en el Estadio: la instalación de un nuevo césped por primera vez en la historia. Una mejor de casi medio millón de euros en beneficio del juego del equipo, para un mayor espectáculo en Anduva con un césped que se convirtió en uno de los mejores, no solo de la categoría, sino de todo el fútbol español. Todo esto conllevó consigo el cambio del muro de la Tribuna Principal y las publicidades.

Pero no fue el único gran cambio de Anduva. La instalación de cuatro nuevas torres de luz con focos de última generación para una iluminación exigida por LaLiga supuso el desembolso de más de un millón de euros. De nuevo, una nueva demostración de la capacidad económica y viabilidad de un Club, el CD Mirandés, que pudo acometer todas las obras con sus propios recursos gracias a su siempre impecable gestión económica.

Tras empatar en la primera jornada en Málaga, los de Lolo Escobar lograría su primer triunfo en el estreno en Anduva ante la S.D. Amorebieta. Después llegaría la derrota en El Molinón, y la posterior victoria en casa ante la U.D. Las Palmas en uno de los mejores partidos del curso.

El C.D. Mirandés conseguía sumar un buen botín de puntos en ese primer tramo de la temporada, aunque ya en el ecuador de la primera vuelta los rojillos no lograban mantener el ritmo y las victorias se atascaban. Pese a ello, el equipo cerraba esa primera mitad de la temporada fuera del descenso, con 23 puntos.

Seis jornadas después, ya en la jornada 27, y tras dos duras derrotas ante S.D. Huesca y Real Sporting de Gijón, el C.D. Mirandés cambiaba el rumbo con Joseba Etxeberría al mando del banquillo en el lugar de Lolo Escobar. Aunque el equipo se mantenía fuera del descenso con cuatro puntos de distancia, la inercia empezaba a dejar síntomas de preocupación.

La llegada de Joseba Etxeberría se produjo con la visita al campo del líder, la U.D. Almería. Los rojillos caerían en los Juegos del Mediterráneo por 2 a 1 dando una buena imagen. Anduva debía ser un fortín. Y lo sería ante C.D. Tenerife y F.C. Cartagena. Consiguiendo seis valiosos puntos para coger aire en la tabla. Además, el equipo se reencontraría con el primer triunfo a domicilio en un partido fundamental ante la Real Sociedad B en el Reale Arena. Los rojillos se sobrepusieron al primer gol y cerraron con victoria la visita (1-3).

El triunfo en San Sebastián dejaba a los rojillos a nueve puntos de la zona de descenso. Una buena distancia que permitía afrontar las siguientes citas con mayor tranquilidad. De hecho, el desasosiego se transformó en confianza. Y en la jornada 35 el C.D. Mirandés hacía buena muestra de ello en Anduva remontando otro partido, en el derbi de Burgos, para imponerse al Burgos C.F. por 3 goles a 1.

La temporada se cerraría sin apuros, sumando finalmente 52 puntos en la clasificación y certificando una temporada más en LaLiga Smartbank.

Por su parte el equipo filial, el C.D. Mirandés B, cumplía también con el objetivo y disputaba un nuevo playoff de ascenso a Segunda RFEF. Los rojillos disputaban la fase autonómica en Almazán, logrando superar la primera eliminatoria ante el Real Ávila y sucumbiendo en la final autonómica ante el Atlético Tordesillas.

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